Sistema Inmune

El sistema inmunitario, sistema inmune o sistema inmunológico es aquel conjunto de estructuras y procesos biológicos en el interior de un organismo que le permiten mantener la homeostasis o equilibrio interno frente a agresiones externas, ya sean de naturaleza biológica (agentes patógenos) o físico-químicas (como contaminantes o radiaciones), e internas (por ejemplo, células cancerosas).

El sistema inmunitario se encuentra compuesto por células que se encuentran en distintos fluidos, tejidos y órganos, principalmente: piel, médula ósea, sangre, timo, sistema linfático, bazo, mucosas. En la médula ósea se generan las células especializadas en la función inmune: neutrófilos, eosinófilos, basófilos, mastocitos, monocitos, células dendríticas y macrófagos; todas ellas se movilizan a través de la sangre y el sistema linfático hacia los distintos órganos.

Cinco recomendaciones de alimentación para mejorar el sistema inmune al hacer ejercicio

Valor calórico total
El valor calórico total de la dieta puede afectar directamente la respuesta inmunológica. Se verá perjudicada en los extremos: altos consumos de calorías (que no vayan en relación al gasto total de energía), sumado a la obesidad o por el contrario dietas muy bajas en calorías (menos de 1200 kcal) o desequilibradas, nos perjudicarán en el funcionamiento del sistema inmune.
 
 
Hidratos de carbono
Si no se cubren los requerimientos de hidratos de carbono según el deportista, tipo de ejercicio, intensidad y volúmenes del mismo se favorecen los efectos de la inmunosupresión por parte del cortisol por lo que se suprimen la producción de anticuerpos y la proliferación de linfocitos.
Varios estudios concluyen que un adecuado consumo de hidratos antes, durante y después del ejercicio, en particular en entrenamientos de larga duración redundan en una reducción en general del estrés fisiológico del ejercicio intenso y prolongado.
Se recomienda el consumo aproximadamente de 3 gramos de hidratos de carbono por cada kilogramo de peso corporal por día en las horas previas al entrenamiento y 30 a 60 gramos de hidratos de carbono (en geles o bebidas deportivas), por hora de entrenamiento en aquellas sesiones continuas que consideren un volumen total de al menos 80 minutos.
 
 
Proteínas
Deportistas vegetarianos o aquellos que siguen un plan de restricción severa de energía para perder peso o dietas inadecuadas pueden llevar a un déficit de proteínas lo que afectará de modo directo el sistema inmunitario, con efectos perjudiciales en especial sobre las células T, ya que las defensas inmunológicas dependen de una duplicación celular rápida y la producción de proteínas de actividades biológicas importantes como las inmunoglobulinas.
Se recomiendan 1.2-2.0 g/kg del peso corporal para los atletas.
 
Grasas
Existe poca información sobre la importancia del consumo de lípidos en el mantenimiento de la función inmunitaria en deportistas, pero se sabe que el consumo de algunos ácidos grasos poliinsaturados (los encontramos en nueces, semillas de girasol, pescados grasos como salmón, caballa, trucha, etc.) mejoraría el funcionamiento del sistema inmunitario ya que un consumo adecuado de los mismos promueve la resolución de las respuestas inflamatorias en el cuerpo.
 
Vitaminas y minerales
Debemos asegurar que el organismo reciba la cantidad de vitaminas y minerales que requiere a través de una elección cotidiana equilibrada de alimentos frescos, en especial frutas frescas y vegetales tanto crudos como cocidos, recordemos que la manipulación de los vegetales y según el método de cocción seleccionado puede disminuir notablemente el contenido vitamínico de la preparación.

 

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