Las enfermedades de las guarderías

¿Cuáles son las enfermedades de mayor contagio?

1. Catarro y faringitis aguda
Fiebre, mocos y congestión nasal son los síntomas de estas dos comunes infecciones de las vías aéreas superiores. No son graves pero como acentúan la sensación de dificultad respiratoria el pequeño puede sentirse incómodo con mayor facilidad. Además puede que el niño ya no tenga apetito y que aparezcan vómitos y, si hablamos de la faringitis, suele acompañarse de dolor de garganta y tos con moco o flema.
Estas enfermedades suelen desaparecer en cuestión de días y no tienen un tratamiento específico salvo el sentido común: antitérmicos para controlar la fiebre y reducir el malestar y como los mucolíticos y expectorantes suelen tener efectos secundarios es mejor usarlos solo si el doctor nos lo indica. No se recomiendan, sin embargo, los antitusivos pues la tos es un mecanismo de defensa del cuerpo necesario para limpiar de secreciones la vía aérea.

2. Infecciones de oído
La otitis es la inflamación del oído medio y suele derivar de un cuadro infeccioso respiratorio anterior, debido a la acumulación de moco. Los niños son más vulnerables a las otitis porque sus trompas de Eustaquio son aún más cortas, horizontales y anchas. Esta enfermedad se presenta con mocos en las fosas nasales, ruidos en la garganta y tos, dolor de oídos (más intenso cuando el niño está tumbado) y, a veces, también se produce fiebre.

3. Conjuntivitis
La conjuntivitis se produce cuando se inflama la membrana que envuelve el ojo por la zona esclara (parte blanca del ojo) y el párpado por dentro. Es una infección frecuente en edades tempranas y su causa puede ser por irritación, infección o alergia. El ojo se pone rojo por la irritación y produce más lágrimas para limpiarse, cuando las lágrimas se sobreinfectan aparecen las legañas, lo que agrava la sensación de “arenilla” y un dolor leve que se siente como picor.
Su tratamiento requiere generalmente menos de una semana de antibiótico en colirio, hasta que el niño amanezca al menos dos días consecutivos sin secreciones y con los ojos normales.

4. Herpangina y enfermedad ‘mano-pie-boca’
La herpangina es una infección común en bebés en la que aparecen pequeños puntitos rojos en la parte posterior de la boca que pasan a ser pequeñas llagas o úlceras algo dolorosas. La enfermedad boca-pie-mano tiene los mismos síntomas también en manos y pies. Además, estos puntitos pueden aparecer en la zona del pañal. El causante de estas enfermedades es el mismo virus y también se puede dar con fiebre, dolor de garganta y malestar antes incluso de la aparición de los puntos en la boca.
No existe un tratamiento contra este virus, que se propaga por contacto o respiración. Los puntos y úlceras desaparecen por sí solos en 10 días. Tienen un periodo de incubación de 3 a 6 días durante el cual un niño puede contagiar a otro aun sin mostrar siquiera los primeros síntomas. Se pueden administrar antitérmicos para aliviar la fiebre y el dolor. Es básico una buena higiene para evitar la propagación, así como mantener al niño bien hidratado.

5. Roseola o ‘la sexta enfermedad’
A la enfermedad de la roseola o exantema súbito se le llama ‘la sexta enfermedad’ porque se descubrió después de las otras cinco enfermedades exantemáticas más conocidas: sarampión, escarlatina, rubéola, varicela y megaloeritema. El cuadro empieza con fiebre muy alta (puede alcanzar los 40.5° C) unos días antes de que aparezca una erupción cutánea que comienza en el tronco y se extiende a las extremidades. La erupción, de pequeños puntitos rosados que no pican, durará entre 3 y 7 días, durante los cuales la fiebre va disminuyendo de intensidad. El niño puede, además, tener bastante mucosidad nasal, dolor de garganta y enrojecimiento de ojos. No existe tratamiento específico y la enfermedad finaliza, por lo general, por sí sola sin complicaciones. La fiebre, aunque es alta, responde bien a los antitérmicos.

6. Gastroenteritis
La gastroenteritis se da frecuentemente entre los niños pequeños y es la enfermedad más habitual de las provocadas por el rotavirus, contra el que ya se incluye vacunación. Se manifiesta con diarrea, vómitos, fiebre, dolor abdominal, y con la presencia de sangre y moco en muchos casos. Resulta fácil su transmisión por vía fecal-oral en los cambios de pañal o cuando los niños se limpian, por ello es necesario que las medidas de higiene sean impecables, ya que si se tocan otros utensilios se producirá el contagio por vía digestiva.
El tratamiento pasa por una buena hidratación y una dieta astringente, es importante que el niño no deje de comer, y el uso de antibiótico solamente es recomendable en el caso de que el cuadro sintomático no mejore. Los probióticos son un aliado muy eficaz en estos casos para aumentar la flora bacteriana buena para el niño y disminuir los gérmenes más patógenos.

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