Los enemigos de la salud

Hay algunos hábitos y alimentos que se vuelven dañinos para nuestra salud y el correcto funcionamiento de nuestro organismo. A continuación te dejamos algunos ejemplos para que tomes tus previsiones y los elimines de tu rutina diaria.

- El sedentarismo y la tecnología.

En las últimas décadas nos hemos visto cada vez más invadidos por la tecnología, las redes sociales, los teléfonos inteligentes, tablets, y cuanto aparato tecnológico que se haya inventado. Son muy prácticos, sin mencionar lo mucho que nos facilitan las tareas diarias, sin embargo, por el tiempo que invertimos en ellos, que a veces es demasiado, nos vuelven seres sedentarios, nos hacen quedarnos sentados en el sofá o acostados en la cama, sin mayor ejercicio, y esto termina resultando muy malo para la salud, ya que el ejercicio es parte fundamental de mantenernos, no solo en forma, sino también de mantener el sistema inmune activo y funcionando como debería.

- Los azúcares y harinas procesadas

Los alimentos cargados de azúcar y harinas procesadas además de hacernos ganar peso, algo que ya es bastante perjudicial para la salud y el bienestar, suben los niveles de glucosa en la sangre, haciendo sobre trabajar al páncreas, pudiendo a largo plazo, hacernos desarrollar diábetes, comprometiendo otros órganos y funcionamiento de nuestro cuerpo.

- No respetar a tu corazón

Resulta que el ritmo cardíaco se ve afectado por casi todas las actividades regulares a las que sometemos a nuestro cuerpo, una de ellas, el dormir de forma correcta. El cuerpo nos demanda una cantidad de descanso diaria que se debe respetar, al no dormir bien el cuerpo libera una sustancia llamada cortizol que es liberada cuando estamos bajo situaciones de estrés, esta sustancia altera varias funciones del cuerpo, entre ellas nos hace ganar peso, además de afectar nuestro rendimiento intelectual, físico y cognitivo.

Otra alteración de nuestro ritmo cardíaco lo recibimos cuando no comemos a la hora correspondiente, el organismo interpreta esto de la forma incorrecta y nos hace acumular grasas en sitios localizados, además de alterar el funcionamiento normal del sistema digestivo.

Las recomendaciones para mantener un organismo funcionando de forma óptima, es mantener el consumo de azúcar y harinas controlado, hacer más ejercicios y tener el descanso debido.